Re nacer
Sombra negra de pupilas tibias
parida por mujeres que escriben
con veneno lágrimas vertebradas
en hojas de higuera.
Navegué con Caronte en Estigia,
asistí al tribunal de Minos, Éaco y Radamantis.
Estuve cuando arribó el barco de uñas
a las playas de raíces podridas de Yggdrasil.
Fui nada, pesadilla y miedo,
guillotina, hacha y cadalso.
Angustia, confesión y arrepentimiento,
convicto, prófugo y carcelero.
Mordí el higo prohibido,
fui tripulante del loto perdido,
áuriga del carro ahogado,
víctima del año y el día.
Vuelvo desde el caos
más allá del espejo roto
entre pesas y metros proféticos
asediados por espirales de tiempo coronado.
Pétalos de serpientes azules
bailan brisa en sus párpados
de atardecer canela
tallados en gota de luna.
Pendular como el sueño de Brahma
todo se aleja de todo para volver
a ser un huevo dorado de cisne
que inhala noche y exhala sol.
Herido a porfía en mil vidas,
redimido abisal de cicatrices
renazco indiferente a sangre,
tiempo, lugar, historia o laberinto.
Gerardo Cadierno
Hombre al hambre, hambre a la sed
sed a furia, furia que ama amar.
Comentarios
Publicar un comentario
¿Te interesó? ¿Querés aportar algo? Este es el espacio para construir sentidos.