Mburucuyá, la flor de los símbolos
No sé qué me asombra más,
si su belleza o la capacidad
del Creador para dotarla de sentidos.
Sus tres estigmas florales,
los tres clavos de Cristo
que es Uno y es Trino.
El ovario y su base,
el cáliz de la alianza
de siete colores encielados.
Las cinco anteras, cinco heridas
de donde manaba el dolor
la expiación, la sangre y el vino.
La corola, la corona de espinas
del Rey que no es de este mundo
monarca de un grano de mostaza.
Los diez pétalos, todos los apóstoles
menos dos: Judas Iscariote, el traidor
y Pedro, el tres veces negador al canto del gallo.
Las hojas viejas, las manos de los perseguidores
los mercaderes del templo
y los opresores dueños de la palabra.
Las hojas nuevas, la lanza de Longinos
con la que lo hirieron
cuando todo estaba consumado.
Los zarcillos,
los látigos con los que lo azotaron
el manto del Cordero.
Las semillas,
su sangre coagulada
el precio de 30 denarios.
En una flor los tres dones
de los Magos de Oriente
que contaban lo que será.
El incienso para el que Es
la mirra para el que descenderá,
el oro para el rey de otro mundo.
Pero para mí,
esa flor el el color de mi infancia
en Burzaco.
La calle Pagano, a la que aún llamo 6
y sigue de tierra, coronada en mora
y una mburucuya que trepa alambre.
Una tarde de siesta pasionaria,
calurosa, misteriosa,
tan simple como esos símbolos.
Gerardo Cadierno
30 Denarios - García/Aznar/Alcón
What do you want from me
that you don't already have?
Cuando el agua sea más clara
todo se resolverá
cuando llegue la mañana
ya no podrás dormir.
A la mesa verdadera
que el milagro es compartir
entre hermanas,
entre hermanos
podrás confiar
que a nadie tendrás que traicionar...
Comentarios
Publicar un comentario
¿Te interesó? ¿Querés aportar algo? Este es el espacio para construir sentidos.