God save the King: la historia en una canción

Por Gerardo Cadierno. Tras 76 años de cantar God Save the Queen (Dios salve a la Reina), este año se volvió a entonar la versión original God Save the King (Dios salve al Rey) que no sólo es el himno más antiguo del planeta sino la canción que más países han adoptado como tal. 

La paradoja es que Inglaterra no sólo no adoptó esta canción como himno sino que es una de las pocas naciones que carece de un himno nacional oficial.

Como si esto fuera poco, de acuerdo a la ocasión utiliza alguna de estas tres obras: God Save the King, Land of Hope and Glory (Tierra de esperanza y gloria) y Jerusalem.

De hecho, y según varios estudios de opinión, más de la mitad de los ingleses preferiría Jerusalem, un tercio Land of Hope and Glory y algo más del diez por ciento optaba por God Save the Queen.​

El alcance de una canción
God Save The King fue entonada por primera vez en 1745, tras la victoria del pretendiente jacobita al trono de Gran Bretaña, Carlos Eduardo Estuardo -el Charly Edward de The Skye Boat Song-  sobre el rey Jorge II de Hannover en la batalla de Prestonpans y posee una melodía tan conocida que tanto Beethoven, Haydn y Brahms, la usaron.

Es decir, es una canción que homenajea a la actual dinastía pero que surgió tras una derrota de su primer ancestro llegado de Alemania. 

Esta canción también es usada como himno en las actuales colonias británicas y en países que ya independizados aún adhieren a la Commonwealth que la emplean como marcha real en actos actos presenciados por miembros de la familia real británica, el gobernador general o el teniente gobernador.

De este modo funciona como himno nacional en: Reino Unido, Akrotiri y Dhekelia, Anguila, Bermudas, Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur, Islas Caimán, Islas Malvinas, Islas Pitcairn, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Gibraltar, Montserrat, Santa Elena, Ascensión y Tristán de Acuña, Territorio Antártico Británico, Territorio Británico en el Océano Índico. 

Además de las dependencias de la Corona Británica como los bailiazgo de Guernsey, de Jersey o de la Isla de Man. 

En tanto que es himno real: Australia, Canadá, Nueva Zelanda y en otros países miembros de la Mancomunidad de Naciones.

Versiones de God Save... son, además, el himno nacional de Liechtenstein (Oben am jungen Rhein) y el himno real de Noruega (Kongesangen).

Anteriormente lo fueron también de Francia, Suecia, Alemania o el Imperio ruso, donde era llamado Dios salve al zar.

El origen profano de una canción divina
Sobre su origen hay varias versiones y tal vez la más curiosa esté relacionada con una fístula en el real ano de Luis XIV, el Rey Sol de Francia.

Según cuentan, el monarca padecía un estreñimiento crónico que terminó en una dolorosa e irritable fístula. 

Ningún galeno acertaba con el remedio y cuando el dolor de su soleado culo era insostenible, el médico real, Charles Félix de Tassy, apostó por una improbable e insegura intervención aunque experimentó previamente con dolientes ojetes plebeyos para adquirir la práctica necesaria. 

En 1686, con el luisino culo al norte, la operación fue victoriosa y a los pocos meses pudo volver a montar a caballo, un hecho que hizo que el célebre músico ítalo francés Jean Baptiste Lully  compusiera Grand Dieu sauve le Roi que sería himno de la monarquía borbónica hasta que la guillotina cercenó el regio cogote de Luis XVI.

En 1714, el músico alemán Georg Friedrich Händel -autor del oratorio El Mesías, el que contiene el famoso Aleluya- visitó Francia y escuchó la canción.

 El 1 de agosto es coronado rey de Inglaterra Jorge I de la alemana casa Hannover de quien Händel, había sido músico de cámara por lo cual el autor se trasladó a Londres donde, como carta de presentación, ofreció el himno convenientemente arreglado.

Más allá de su primer verso, God save.. tiene muchas versiones a lo largo de su historia. Hoy, por lo general solo se canta la primera estrofa, aunque en eventos reales se entonan la la primera y la tercera.

God Save the King
God save our gracious King,
l
ong live our noble King,
God save the King:

Send her victorious,
h
appy and glorious,
l
ong to reign over us:
God save the King.

(Dios salve a nuestro glorioso Rey,
larga vida a nuestro noble Rey,
Dios salve al Rey;

Que lo haga victorioso,
Feliz y glorioso,
Que tenga un largo reinado sobre nosotros:
Dios salve al Rey.)

Segunda estrofa (omitida)

Oh Lord, our God, arise,
scatter thine enemies,
and make them fall:

Confound their politics,
frustrate their knavish tricks,
on thee our hopes we fix:

God save us all.

(Oh, Señor, nuestro Dios, levántate
d
ispersa a sus enemigos
y
 haz que caigan.

Confunde sus políticas,
f
rustra sus ardides y trucos,
en vos, ponemos nuestras esperanzas,

Dios salve a todos.)

Tercera estrofa
(continuación en eventos reales)

Thy choicest gifts in store,
on his be pleased to pour;
l
ong may she reign:

May he defend our laws,
a
nd ever give us cause
to sing with heart and voice

God save the King.

(Los dondes más selectos que tengas,
t
en el agrado de derramar sobre él;
q
ue su reinado sea largo;

que defienda nuestras leyes,
y que siempre nos dé motivo
p
ara cantar con corazón y voz
Dios salve al Rey.)


La otras canciones que representan a Inglaterra
Por su parte, la canción más elegida por los ingleses para representarlos es Jerusalem, considerado uno de los iconos más representativos de Inglaterra y una de sus melodías más conocidas. 

Su letra se basa en las cuatro estrofas que comienzan con And did those feet in ancient time (Y caminaron esos pies en tiempos remotos) de William Blake, incluidas en el prefacio a una edición de El Paraíso Perdido, de John Milton escrita en 1804 y con música de Hubert Parry añadida en 1916.

And did those feet in ancient time
w
alk upon England's mountains green:
And was the holy Lamb of God,
on England's pleasant pastures seen!

And did the Countenance Divine,
s
hine forth upon our clouded hills?
and was Jerusalem builded here,
among these dark Satanic Mills?

Bring me my Bow of burning gold;
bring me my Arrows of desire:
bring me my Spear: O clouds unfold!
bring me my Chariot of fire!

I will not cease from Mental Fight,
nor shall my Sword sleep in my hand:
Till we have built Jerusalem,
in England's green & pleasant Land.

(Y caminaron esos pies en tiempos remotos
sobre el verde de las montañas de Inglaterra
y fue entonces el Sagrado Cordero de Dios
visto en los agradables pastos de Inglaterra

Y brilló pues el Divino Semblante
sobre nuestras colinas nubladas
y fue Jerusalén construída aquí
entre esos molinos oscuros y satánicos.

Traedme mi arco de oro ardiente
traedme mis flechas de deseo
traedme mi lanza - abríos, oh, nubes
traedme mi carro de fuego.

No cesaré de luchar mentalmente
ni se dormirá mi espada en mi mano
hasta que hayamos construido Jerusalén
en la tierra verde y apacible de Inglaterra.)

La última canción yla segunda más votada, es Land of Hope and Glory (Tierra de esperanza y gloria, también es conocida como Pompa y circunstancia) compuesta para la coronación de Eduardo VII y que fue estrenada por Clara Butt en 1902. 

Su música fue tomada de la Marcha Nº I de la obra Pompa y circunstancia del compositor inglés Edward Elgar y su letra es de A. C. Benson.

En la actualidad suele ser tocada durante los conciertos de The Last Night of the Proms organizada por la BBC y que tiene lugar en el King Albert Hall y plazas londinenses. 

También fue ejecutada en representación de Inglaterra en los juegos de la Commonwealth en el Jubileo de oro de la Reina Isabel II.

En este caso se omiten la primera y tercera estrofas y se entona la segunda.

Dear Land of Hope, thy hope is crowned.
God make thee mightier yet!
On Sov'ran​ brows, beloved, renowned,

Once more thy crown is set.
Thine equal laws, by Freedom gained,
h
ave ruled thee well and long ;

By Freedom gained, by Truth maintained,
t
hine Empire shall be strong.
Land of Hope and Glory, Mother of the Free,

How shall we extol thee, who are born of thee?
Wider still and wider, shall thy bounds be set;
God, who made thee mighty, make thee mightier yet,
God, who made thee mighty, make thee mightier yet.

Thy fame is ancient as the days,
a
s Ocean large and wide;
a
 pride that dares, and heeds not praise,
a
 stern and silent pride;
n
ot that false joy that dreams content.

With what our sires have won;
t
he blood a hero sire hath spent
s
till nerves a hero son.

(Querida Tierra de Esperanza, tu esperanza está coronada.
¡Dios te hace más poderoso aún!
en las cejas del soberano, amado, famoso,
u
na vez más tu corona está puesta.

Tus leyes iguales, por la libertad ganada,
te he gobernado bien y largo;
por la libertad ganada, por la verdad mantenida,
tu imperio será fuerte.

Tierra de Esperanza y Gloria, la madre del libre,¿cómo vamos a exaltar ti, que han nacido de ti?
aún más amplia y más amplia, se establecerán con tu término;
Dios, que te hizo poderoso, te haga más fuerte todavía!
Dios, que te hizo poderoso, te haga más fuerte todavía!

Tu fama es antigua como los días,
como un océano grande y ancho;
un orgullo que se atreve, y no presta atención,
un orgullo severo y silencioso;
no es esa alegría falsa que sueña con el contenido
con lo que nuestros padres han ganado;
la sangre que un héroe ha pasado
todavía nervios un hijo héroe.)


Finalmente, y a modo de yapa, les dejo otra canción que si bien no es tenida en cuenta merecería serlo: el Rule Britannia.

Originaria del poema de James Thomson y musicalizada por Thomas Arne en 1740, su fama creció con la expansión marítima inglesa y que suele cantarse en los Proms de la BBC, las botaduras de buques de la Royal Navy o en los partidos de la selección inglesa de fútbol, donde resuena su verso más popular: "Rule, Britannia! Britannia rule the waves. Britons never never never will be slaves!" (¡Gobierna, Britania! Britania gobierna los mares. Los británicos nunca, nunca, nunca seremos esclavos.")

When Britain first, at Heaven's command
a
rose from out the azure main;
t
his was the charter of the land,
a
nd guardian angels sang this strain:

"Rule, Britannia! rule the waves:
"Britons never will be slaves."

The nations, not so blest as thee,
must, in their turns, to tyrants fall;
w
hile thou shalt flourish great and free,
the dread and envy of them all.

 "Rule...

Still more majestic shalt thou rise,
m
ore dreadful, from each foreign stroke;
a
s the loud blast that tears the skies,
s
erves but to root thy native oak.

"Rule....

Thee haughty tyrants ne'er shall tame:
a
ll their attempts to bend thee down,
w
ill but arouse thy generous flame;
b
ut work their woe, and thy renown.

"Rule...

To thee belongs the rural reign;
t
hy cities shall with commerce shine:
a
ll thine shall be the subject main,
a
nd every shore it circles thine. 

"Rule... 



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