Feliz cumpleaños, Maestro
Por Gerardo Cadierno. Un día como hoy, pero de 1954 nació el más grande de todos: el maestro Ricardo Enrique Bochini.
Pasó que una vez no supo bien cómo celebrar su cumpleaños y se le ocurrió algo: ese día -el de su cumpleaños 24- lo celebraría marcando un gol tras una pared con Daniel Bertoni, su hermano del verde cesped.
Interesante pero no suficiente, pensó.
Y agregó: ese gol nos dará un título.
Sin embargo, le supo a poco por lo cual decidió que sería de visitante, pero bien de visitante, contra un cuadro avalado por el dictadorzuelo local (más allá de eso, el rival tenía un equipo de leyenda).
Sí, así está bien, se dijo. Pero faltaba algo, un poco de épica.
Entonces creyó que sería mejor hacer que su gol sea un gol de remontada. Sí. Independiente iría perdiendo 2 a 1, digamos y para agregarle un poco de emoción estaría en inferioridad numérica.
Uno no sería ser menos, especuló, con dos estaríamos igualados y llegó el número mágico: tres.
Esos tres jugadores menos deberían ser importantes: Trossero, Galván y Larrosa serían ideales.
Y algo de justicia poética... un gol de ellos debería ser con la mano, así eso desataría las expulsiones rojas y conformaría el escenario ideal.
Pero aún faltaba algo: una lección. A ver...
Y tuvo la idea: ante la injusticia ellos, justamente indignados, intentarían dejar el campo, demostrar al mundo cómo los robaban, pero en medio aparecería su padre del verde césped: el Pato Pastoriza con su sentencia eterna: "Sean hombres. Vuelvan, jueguen y ganen"
Sí, eso estaría bien para festejar un cumpleaños.
Porque goles hacía cualquiera, pero Bochini no: él coronaba gestas tirando paredes y caños.
Feliz cumpleaños, Maestro y gracias por todo.
Imágenes de la gesta
Gustavo Grabia te cuenta la gesta en este enlace
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