La serpiente Equidna

Mitad hermosa mujer y mitad serpiente moteada y con hechiceros ojos negros, supo vivir en la cueva de Medusa hasta que Zeus la desterró a una profunda caverna en el pais de los arimoi, localizado en Siria o el Asia Central.

Allí parió una espantosa serie de monstruos tras ser apareada por su marido, Tifón. el gigante de humo venenoso postrero hijo de Gea y el tenebroso Tártaro, aunque, por designio del destino, Argos, el de los cien ojos vigilantes, la mató en una gruta siciliana antes de que poblara el mundo de hijos monstrencos.

Equidna fue, según algunos, hija de Gea y Tártaro -lo que la haría hermana de su esposo- y, para otros de Forcis y de Ceto. Llamada Drakaina Delphyne (Δρακαινα Δελφυνη, ‘vientre de dragona’) atacó el monte Olimpo junto a su compañero Tifón y si bien Zeus los derrotó, les permitió seguir viviendo junto con sus hijos para que sirvan como desafío para héroes futuros como Heracles.

Fue precisamente con Heracles -cuenta el fabulista Hesíodo- qur tuvo tres hijos al obligarlo a yacer con ella: Agatirso, Gelono y Escites. fueron el resultado de las cópulas del semidios a cambio de las cuales ella accedió a restituirle los bueyes de Gerión.

Sus hijos con Tifón fueron: Cerbero, el perro de tres cabezas que guarda la entrada al infierno; Hidra, la serpiente que mora en Lerna; la Quimera, esa cabra que respira fuego con cabeza de león y cuerpo de ofidio; y Ortro el incestuoso perro de Gerión que yació con Equidna a quien preñó de la Esfinge y del león Nemeo.

No es necesario aclarar que Cerbero no es otro que el que los dorios asociaron con Anubis, el dios con cabeza de chacal pero que, en realidad, escondía a Hécate, la diosa perra de la muerte que comía carroña y aullaba a la luna.

Tampoco escapará a la comprensión que la Quimera es la representación del calendario tripartito compuesto por cabra, león y serpiente. Así como Ortro quien engendró a Quimera, Esfinge y el león nemeo no es otro que Sirio -la más brillante de las estrellas- que daba comienzo al año nuevo ateniense.

Al igual que Jano, tenía dos cabezas una de león y otra de ofidio. Esto es porque se reformó el calendario ateniense y la matriarcal cabra Amaltea que guardó a Zeus de la ira de Cronos fue eliminada y de tres estaciones pasó a dos: fue cuando Quimera dejó su lugar a la Esfinge.


Porque los mitos ocultan un misterio: el alfabeto, que, a su vez, escondía al calendario, que custodia el verdadero nombre de aquella -o aquel- que es uno y trino.
 


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