Nómadas


Como peregrinos descarriados
nos besamos errantes
y vagamos sin rumbo,
nómadas, por las dunas de las sábanas.

Ya no existe frío posible
que mantenga intacta la escenografía
somos nosotros sedientos
que rompemos esas cadenas de papel.

El calor y el escalofrío
abrasan y abrazan
comprimen y expanden la realidad
y nos dejamos llover.

Un torrente de hierro fundido
recorre las ánimas primarias,
y parte de nosotros se
hace mapa y cicatriza en nuestros laberintos.

Habrá daños colaterales,
reflexiones y preguntas,
distancias sin olvidos,
silencios y palabras pobladas de reproches.

Soledades elegidas
por el recuerdo de esas sábanas nómades
fantasmas insistentes y lluvias en soledad
que recuerdan circunstancias que no fueran.

Y un encuentro sin querer
y una palabra anzuelo en un diálogo casual
para volver a mirar
el desierto como esa vez.

Y recordar que las cadenas son de papel
y el mar es el sudor
y el negro de tus ojos esa noche, furtiva
donde como peregrinos descarriados
nos besamos errantes
y vagamos sin rumbo, prisioneros,
nómadas, por las dunas de las sábanas.


Gerardo Cadierno


Arco Iris - Nuestro amanecer
Con sus manos mitad palma mitad viento
prepara entre dos silencios un desayuno de jade

Nubes de mariposas
bandada de girasoles trepan nuestra ventana
y ella busca algún gorrión y lo guarda en un bostezo
y recuerda lo que ha sido, lo que es, lo que va a ser
entre la luna y el sol, entre nosotros dos.



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