Alas de azabache

Y al fin te dejaste ir, 

habrá sido que esperaste a que te crecieran alas de cabello azabache,

-no iba a ser cosa que te le presentaras así como así a Tatita Dios-

y una vez que te viste como querías verte te decidiste a partir.

Ya no habrá dolor, ni cuerpo roto, ni preguntas sin respuestas,

ya te fuiste a la tierra del olvido, esa tierra tan costeña

de la que me contabas a pesar de lo tan bogotana que era usted.

Y a pesar - o por eso. me hablabas de Santa Marta y San Andrés, 

de San Basilio Palenque 

y me impulsabas a que fuera a Cartagena de Indias 

y que no fuera solo, que fuera con ella 

porque nadie vuelve igual de Cartagena. 

Y que si íbamos dos, volvíamos uno.

Nos debemos esas arepas en Avenida Córdoba.

Arepas con Águila.

Sabé que soy como un Lannister y que no dejo deuda sin pagar.

Esperame y andá preguntando por un tal Inca Viracocha,
ése que "inventó el maíz y enseñó su cultivo",
él nos hará la gauchada de conseguirnos los ingredientes.

Pero esperame un poco, tengo algunas cosas que hacer.

Y no me gustaría irme antes.

Sé que me entendés, de hecho, 

forzaste tus últimos hilos de voz 

para preguntar por mis críos, 

por alegrarte porque crecen y son vida.

Para preguntarme por mis corazones
y por mi corazón, 

por mis amores y desamores 

y me decías que si era amor no lo deje ir.

Y me hablabas, ya sin voz, por ese mañana 

que imaginabas 

con la certeza que te da la porfía por vivír.

Mientras te escribo,
hijos ríen para que te vayas a plena vida.

Me preguntan qué me pasa y qué te pasó: 

Amparo se enoja y Emilio
pregunta por qué hay cosas injustas.

Te fuiste en domingo, día de misas y encuentros. 

Día de fines y de comienzos.

Y te fuiste de madrugada

con alas azabaches a la tierra del olvido.

Playing For Change - La tierra del olvido

"Como la luna alumbra

por la noche los caminos

como las hojas al viento

como el sol que espanta el frio

como la tierra a la lluvia

como el mar que espera al rio."