La ronda de los niños
En Rusia, allí donde convergen el Volga y el Tsaritsa, se erige Volgogrado, villa fundada en 1589 con el nombre de Tsaritsyn, para defender a todas las Rusias de cosacos y tártaros, una ciudad que el mundo conoce y recuerda por la marca que tuvo por algo menos de medio siglo: Stalingrado
Allí, del 23 de agosto de 1942 al 2 de febrero de 1943 se aniquilaron siete ejércitos invasores provenientes de Alemania, Rumania, Italia, Hungría y Croacia contra cinco ejércitos soviéticos.
La ciudad cambió de manos, fue cercada, minada, bombardeada, asediada y arrasada. Hasta que decidieron dejar de contar, entre muertos, desaparecidos y heridos se enumeraban más de 1.864.000 combatientes. También murieron 40.000 civiles y de entre quienes se rindieron se tomaron 108.000 prisioneros que fueron liberados en 1956.
Para ese entonces sólo respiraban 6.000.
De esa tormenta de muerte y destrucción que se abatió sobre Stalingrado, sólo una construcción permaneció intacta: la fuente de Barmelej, conocida como la fuente de la ronda de los niños.
Me gustaría creer hay un mensaje de esperanza en esa ronda de niños que gira alrededor de un cocodrilo, quisiera creer que fue por algo que esa escultura sobrevivió a esa orgía de sangre y carne podrida.
Quisiera creer, nomás.
Publicada el 21 de marzo de 2019 en Inforegión
Дам тебе я на дорогу
Образок святой:
Ты его, моляся богу,
Ставь перед собой;
Да, готовясь в бой опасный,
Помни мать свою...
Спи, младенец мой прекрасный,
Баюшки-баю.
Te daré un ícono santo
para tu camino,
y cuando estés rezando
bien delante de tí lo pondrás.
Cuando te prepares para un combate
te ruego recordar a tu madre.
Duerme, hijito mío, prenda mía
Arrurrú, arrurrú.
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