Yemanyá


Por Gerardo Cadierno. Esta noche es la fiesta grande de Yemanyá, señora de mar y creación, madre de olas y matriz de vida, traída en la sangre de los encadenados yorubas a las playas de Brasil, de Uruguay, de Cuba.

Hoy, esas playas volverán a alumbrarse de velas de miel y cantos de tambores que parirán una multitud de mujeres envueltas en blanco algodón blanco orlado en collares iridiscentes que se ofrecerán a la mar para pedirle el milagro de abrir un corazón escondido, el regreso de un perdido o cumplir un amor prohibido.

Luminosos y brillantes en la noche, pedirán, bailarán y cantarán, y agradecerán porque saben que, aunque sea en un instante de esta noche, sentirán que el milagro ocurre y si sienten eso, saben que el milagro es posible y esa certeza será su esperanza de redención.

"Lo harán mirando al mar, buscando en el horizonte de fuego la sonrisa de su madre primordial, emperatriz de las aguas. Esas aguas que –desde siempre- son cuna de vida, caminos de sueños y puente de culturas."

Al alborecer, los festejantes iniciarán el regreso. Lo harán mirando al mar, buscando en el horizonte de fuego la sonrisa de su madre primordial, emperatriz de las aguas. Esas aguas que –desde siempre- son cuna de vida, caminos de sueños y puente de culturas.

Hoy, 2 de febrero, es la Anata. Es el día de la marmota; la Candelaria; Yemanyá... ¿casualidad?


Pocas cosas cuentan tanto del sentido de una cultura como sus calendarios.
Los calendarios de los antiguos se basaban en los ciclos naturales, en el ciclo de la vida.
Era un ciclo lunar, femenino y rigió con poesía la vida durante oleadas de gente caminante por las sendas del ámbar.

Luego, llegaron los hijos del hierro, que honraban al sol y sus destellos de ceguera dorada.

"La actual es una civilización en la que son deshonrados los principales emblemas de la poesía. En la que. la serpiente, el león y el águila, corresponden a la carpa del circo; el buey, el salmón y el jabalí ala fábrica de conservas; el caballo de carrera y el lebrel a las pistas de apuestas; y el bosquecillo sagrado al aserradero. En la que la Luna es menospreciada como un apagado satélite de la Tierra y la mujer considerada como 'personal auxiliar del Estado'. En la que el dinero puede comprar casi todo menos la verdad y a casi todos menos al poeta poseído por la verdad", apuntó Robert Graves en el prólogo de La diosa blanca.

Ph Luna de febrero sobre Banfield por mi sobrina Micaela

Tonolec
¨Tierra es mi cuerpo, 
agua es mi sangre,
 aire es mi aliento, 
fuego es mi espíritu.¨

Improvisado momento musical luego de una ceremonia de fuego junto a comunidades maya de Guatemala y avá guaraní de Brasil. 
Aldea Ocoy, Paraná, Brasil. noviembre de 2014

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