Laceraciones
Por Gerardo Cadierno. Es eso a lo que temo. Debo escapar transformarme en quien no soy.
Se multiplican las ramas de la hiedra como en una pesadilla de Kafka.
Ya no es la bella máscara de Venecia, pero -eterna- es siempre ella.
¿Cómo celebraré mis ritos: palabras atesoradas, la memoria de mis antiguos y el descubrimiento de los arcanos hiperbóreos que cantaban míticos festines de cuervos y árboles, la lejana camaradería, estantes apilados y la cotidianeidad, la sombra maternal, los mandatos de los que me precedieron, la oscuridad sin eternidad, los sentidos oníricos?
Tu presencia y ausencia serán los parámetros de mis cronologías.
La cerámica estalla ante los arroyos, el hijo de Adán se yergue a la diana de los cuervos, se diluyen las miradas traslucidas por los cristales, pero el crepúsculo no es destino de remansos.
Tengo esa única certeza que navega entre tormentas y alivios al compás de tus palabras, el cautiverio y la nostalgia, el espeluzno de la continuidad inalterable.
Son esos mitos malditos, con su hechizos estériles que no impiden que hayan intersecciones de las que siquiera conciba ser poseedor del coraje para atravesar.
Asediado por las turbas acorazadas y salvajes en una torre de piedra que jamás podrá asaltar.
Serán las letras de su llamado las que me entreguen y revelen.
Me lacera una hija de Lilith.
Charly García, Filosofía barata y zapatos de goma
"Filosofía barata y zapatos de goma
ni ésta mentira te hace feliz
quise quedarme cuando morí de pena
quise quedarme pero me fui.
El ómnibus se ha ido
el amor se ha vencido
quise quedarme pero me fui.
Filosofía barata y zapatos de goma
quizás es todo lo que te dí."
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