De espacio


Comienza sin principio,
a paso lerdo.
Sos aire en mis pulmones,
sangre en mi cabeza,
piel en mis dedos,
mirada en mis ojos.

Posate lenta,
sombra alada en mi nube
derramá las serpientes
ocultasen tu pelo
liberá, curiosa, tu lengua
para que apuñale miedos.

Despojame de miedos,
sembrame de aromas y olores,
balbuceá con decisión susurrante
el conjuro del pecado
mientras el sueño duerme
y despierta hechicera.

Alarga las horas
que se estrellan en nuestros huesos,
devora mis palabras no dichas,
cosecha mi piel en tus uñas,
soltame enarbolado al viento
para caerme encima, vertical.

Atame a la tierra,
dibujame arañas y calaveras,
trepate despacio y sin tiempo.
Lenta,sin tiempo, despacio, sin espacio,
con el salvajismo de la suavidad
ahogando con mi aorta tu nariz.

Desgajar las flores de tu boca,
afilar los pétalos de tus dientes,
derrotar el abismo de tu lengua,
mientras se deshoja mi ropa
en sábanas marinadas en sudor
que brota de tu piel de malbec.

Pero despacio, a galope lerdo,
sin despertar del sueño construído
dibujando huella en lluvia,
lloviéndonos en brisa de medianoche.
Con el tiempo en suspenso,
sin espera, ni preámbulo, ni después.

Sin sepultura de deseo,
sin saber de lo fugaz ni de lo pronto,
sin motivos, ni razones, sin porqués.
sin mañana y sin todavía.
Con el infierno desatado
en las redes del paraíso.

Con lágrimas y risas
huérfanas de campanarios
lejanas de espacios.
Con licor de laurel que se enrieda
en la memoria de nuestros nombres
grabados en la humedad de los espejos.

Te extraviás en mi barba
mientras me bautizás con agua
de tu primavera abrupta.
Tus párpados me llevan
al laberinto de tu mirada
donde se ahoga la escarcha.

Me resucitás,
respirando a jadeo sobre mi cara.
Pretendes dibujar
mientras me cicatrizás
alas sangrantes que brotan
sobre sangre pasada.

Hacés de mi mano marioneta,
para que escriba versos en tu pecho
que recitás en gemidos dolientes.
Tu seda devora la yema de mis dedos
que aran tu terreno fértil
y siembran redes de cielo.

Mi mano bajo las sábanas
y tu mano sobre ella tallando:
despacio, gimiendo sin tiempo.
Despacio, temblando lento.
Despacio, lágrima sin aliento.
Despacio, de espacio, sin espacio. 

Gerardo Cadierno





Liliana Vitale, Cuando seas de mi
Poema de Alberto Muñoz

Cuando seas de mí
y crezca la vejez
te acunaré en el sol
amándote los pies
haré que muera todo
y vuelvas a crecer
y con licor de auroras
te limpiaré la piel.




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